sábado, 28 de marzo de 2009

De Purcell a Britten

Ayer fui al concierto de Fretwork en la Iglesia de San Jorge del Hospital de la Caridad. No me gustan los conciertos en las iglesias, sobre todo si no es música sacra la que se interpreta, y ésta según el sentido que se le dé. Pienso que lo mejor es siempre una sala de conciertos, donde el espacio es exclusivamente musical y la música se ofrece en su pura desnudez. Estoy convencido además de que el concierto de ayer, a la vista de la precisión técnica de que hacen galan estos músicos, hubiese sido mejor entendido en un auditorio frío y distante. El conjunto inglés no termina de gustar en esta ciudad que prefiere el barroco y la pasión. Fretwork es fiel a un estilo que no ha cambiado en más de veinte años. Tocan como tocan, sin mordiente en los bajos y sin grandes contrastes de luces. Pura música que se presenta sin grandes adornos y sin concesiones subjetivas, con una técnica del arco que prescinde de la riqueza armónica que se le puede sacar a un bajo de viola, pero lo hacen tan bien que uno se da cuenta en seguida de que consiguen lo que pretenden: no conmover las pasiones.
A mí el concierto me gustó, y disfruté con la integral de las Fantasías & In Nomines de Purcell. El contratenor Michael Chance intervino incluso como una parte más en el In Nomine a 7. Sus intervenciones tuvieron altibajos, a pesar de interpretar un repertorio que siempre se le ha dado bien, que no le exigía mucho y que se adaptaba bien a sus recursos, con una voz bien apoyada en el agudo pero con falta de matices en las notas graves.
Como no podía ser de otro modo, la propina se limitó a una sola pieza (hasta en esto son como son). Se trató entonces de la canción popular inglesa O Waly, Waly según el arreglo que hizo Benjamin Britten.

jueves, 26 de marzo de 2009

Anunciación



Ayer se celebró la festividad de la Anunciación , una de las más importantes en el calendario litúrgico a pesar de la escasa relevancia que hoy en día se le da. Si en los orígenes la solemnidad hacía referencia casi de forma exclusiva a la Anunciación del ángel a la Virgen María, en la actualidad -a raíz de la reforma litúrgica promovida por el Concilio Vaticano II- el misterio se ve interpretado a la luz de Cristo, y de este modo se prefiere hablar de la Anunciación del Señor. Cobra entonces sentido que sea el día de todas las que se llamen Encarnación, como mi mujer.

martes, 24 de marzo de 2009

Poesía viajera

Repaso en mi estudio los ocho últimos premios de poesía Adonáis (Gómez Coronado, González Da Costa, Javier Vela, Martínez Ros, Carlos Vaquerizo, Alexander Portillo, Teresa Soto y Rogelio Guedea) cuando, de pronto, caigo en la cuenta de algo que todos tienen en común: todos han sido regalados. Esto -que no sería insólito en un librero que recibe cada semana algún que otro presente- tiene su gracia en lo siguiente: el benefactor es un señor de Valencia llamado Julio Aguilar, agente comercial de Rialp para toda España que, después de recorrerla de punta a punta con la muestra del libro premiado, tiene la amable generosidad de regalármela.
Son los libros más placeados de mi biblioteca

martes, 17 de marzo de 2009

Fretwork en Sevilla

El próximo domingo dará comienzo la vigésimosexta edición del Festival de Música Antigua de Sevilla. Si quieren conocer en detalle qué conciertos y actividades se desarrollarán sólo tienen que pinchar aquí.
Por motivos familiares sólo tengo intención de ir al del viernes veintisiete: Fretwork vuelve a Sevilla (ya lo hizo en 2003), ahora con un repertorio centrado en Purcell. También repite Michael Chance (que ya vino al ciclo de cámara de El Monte de hace un par de años). Quienes me conocen saben de sobra cuánto me gusta este conjunto de violas, uno de los mejores del mundo: precisión rítmica, austeridad, sobriedad, timbre granítico en sus violas ("frialdad" dicen sus detractores; "aburrimiento" dirán algunos). Me trae sin cuidado lo que piense cada cual. Llevan muchos años juntos y, aunque han cambiado algunos integrantes -dos o tres en los tres últimos años, según diversas circustancias- siguen siendo extraordinarios.

sábado, 14 de marzo de 2009

El guardián del Parnaso

Hace tiempo que quería escribir sobre esto. Después de algunos cambios que hemos tenido que realizar en mi librería, por fin la sección de poesía vuelve al lugar de donde nunca debió salir, en ese acogedor rincón de la planta baja del edificio. Estoy contento porque me siento actor de ese cambio que la devuelve al sitio que tuvo desde que abrimos en 2001. Muchos clientes, además, me han confesado su satisfacción al comprobar que ha crecido en fondo, algo que siempre agradecen. El otro día incluso, animado por este fervor poético, hice una buena reposición de libros de la colección "Puerta del Mar" de la Diputación de Málaga que llevaban unos dos o tres años sin reponerse y ya hemos vendido unos cuantos. Ahora tenemos espacio hasta para los malos poetas, que son legión. Y yo me siento un poco como el guardián de este pequeño Parnaso.

sábado, 7 de marzo de 2009

La Pasión según Dreyer

No pudo ser. Después de tantas largas que el productor Blevins Davis le dio, Carl Theodor Dreyer no pudo ver cumplido su sueño de filmar una película basada en la Pasión de Jesús. Llevaba casi una década -la de los cuarenta- documentándose y estudiando para su guión (exégesis bíblica, historia de Palestina, hebreo), diseñando maquetas y dibujando a los principales personajes del drama, preparándose para realizar posiblemente otra obra maestra, pero no encontró al final a nadie que financiara su proyecto. En esto quedó, en una ilusión no cumplida, en una más que segura obra maestra que no vio la luz. Peor para el cine. Peor para nosotros.
Ahora se ha publicado el guión. Ediciones Sígueme lo ha rescatado en una edición que reproduce la publicada en Nueva York en 1972. Como apéndice se agregan tres interesantes ensayos de Dreyer: ¿Quién crucificó a Jesús?, Las raíces del antisemitismo y "Mi única gran pasión". En los tres ensayos hay un elemento en común: devolver a Jesús la condición de judío. Esto, dicho hoy en 2009 puede parecer una verdad de perogrullo, pero cuando Dreyer empezó a gestar su película estaba muy reciente el nazismo. Él mismo, lo contó en una entrevista:

"La ocupación de Dinamarca por parte de Alemania me inspiró uno. Nuestra difícil situación debía de ser muy parecida a la que habían padecido los judíos en Palestina. Los judíos de la época romana sufrieron a los romanos; los daneses, a los alemanes. Ellos tenían a Pilato; nosotros, a Renthe-Kinf. Los judíos también organizaron un movimiento clandestino de resistencia: jóvenes judíos patriotas, llamados 'zelotes', que atacaban guarniciones romanas aisladas y prendían fuego a las casas y los sembrados de los judíos colaboracionistas".

De hecho, de la lectura del guión se desprende que Dreyer incidió sobre todo en el juicio político de Jesús, difuminando el religioso. Pilato era más culpable que Caifás. Estaba claro que el director danés tuvo siempre presente los acontecimientos políticos de su época en la concepción de su Jesús, y que interpretaba en clave contemporánea los hechos ocurridos hace dos mil nueve años.



jueves, 5 de marzo de 2009

Las cartas de Roth

A partir de mañana ya podemos disponer en las librerías de las Cartas (1911-1939) de Joseph Roth, publicadas por El Acantilado. La edición que se publica -traducida por Eduardo Gil Bera- es la que hizo el alemán Hermann Kesten, muy conocido en España por su novela Yo, la muerte, centrada en la vida de Felipe II. Teniendo en cuenta que Roth nunca llegó a escribir unas memorias, estas cartas nos van a yudar a comprender cabalmente la intensa vida de uno de los grandes escritores del siglo veinte. Es de esperar que el grueso de cartas publicadas sean las dirigidas a Stefan Zweig, con quien tuvo tantas complicidades literarias y psicológicas.
Yo no me canso nunca de recomendar La leyenda del santo bebedor, deliciosa novelita que en la edición de Anagrama viene precedida de un prólogo de Carlos Barral (un bebedor menos santo) que no tiene desperdicio. Pero si tuviera que elegir una novela de Roth que fuese paradigmática, tendría que hablar de La marcha Radetzky, donde mejor se ha descrito la decadencia del imperio de los Habsburgo.
Hay en esta novela un pasaje magistral que ilustra a la perfección cómo empieza la caída, en qué momento se da el principio del fin. Está en el décimo capítulo. En él se describe cómo el señor de Trotta, funcionario del monarca, recibía cada semana las cartas con los informes que le enviaba su hijo, oficial del ejército austrohúngaro. El viejo Jacques, su criado, era el encargado de entregarle el correo diario. Pero un día, a finales de mayo, al sentarse a la mesa para desayunar después de volver de su paseo matinal, el señor de Trotta se da cuenta de que en su mesa faltan las cartas. La reacción del personaje es antológica:

El señor de Trotta se acercó primero a la ventana abierta para convencerse de que el mundo, afuera, seguía existiendo.

¡Sin palabras!