(A Carmen y Maribel)
Quienes trabajamos en una librería tenemos muy claro que, sin perder de vista la perspectiva del comerciante, lo nuestro es algo más. En qué consista ese algo ya es otra cuestión. Pero, por más que se empeñen ciertos ejecutivos en tratar el género como si fueran cajas de leche, nuestra mercancía tiene alma.
Censura
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Como la mayoría, no he leído *El odio*, el libro de Luisgé Martín sobre
José Bretón. Digo como la mayoría porque, mientras tecleo, el libro no está
en las...
Hace 6 días
2 comentarios:
Completamente de acuerdo, vuestra mercancía tiene alma, a veces un alma secular, bendita, para mí,envidiable.
En pocas palabras: qué profesión mas bella la tuya.
Sí, señor. Yo, que trabajé poco tiempo de librero, lo experimenté de un modo clarísimo.
Bonito blog. Un saludo.
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