miércoles, 13 de mayo de 2009

Me voy a la Feria...

del Libro, naturalmente, dicho así, con la ele mayúscula, como corresponde a la dignidad de ese objeto inventado hace más de cinco mil años y que, en distintas formas y empleando distintos materiales (el rollo egipcio, las tabletas cuneiformes de Asia Menor, las tablillas chinas, el codex, etcétera) ha llegado hasta nuestros días.
Hoy, sin embargo, estamos asistiendo a un cambio parecido al que se produjo a comienzos del siglo II de nuestra era cuando los chinos inventaron el papel. Hoy, como entonces, vamos a ser testigos de una pequeña revolución: el papel va a empezar a ceder su hegemonía. Vaticino que será poco a poco, pero el cambio ha empezado. Cómo afectará a la distribución del libro está por ver. Una cosa tengo clara: ha llegado nuestro momento y yo, personalmente, no soy catastrofista. ¿Quién dijo miedo?
De esto, y de otros temas, se hablará y discutirá en la Feria del Libro de Sevilla los días 17 y 18 de mayo. Otras propuestas habrá que podréis leer en la web de la Feria, pero quería destacaros la que me parece más interesante. Ya hablaremos.

7 comentarios:

Fernando dijo...

La discusión sobre si el libro de papel va a desaparecer o no me produce vértigo. Qué duda cabe que internet es mil veces mejor que las enciclopedias clásicas para buscar datos, y que -en otro orden de cosas- da información más actualizada que los periódicos de papel. Pero pensar que pueda acabar haciendo desaparecer el libro de papel, como los otros procesos que citas, me parece exagerado: el encanto de llevarte un libro a leer bajo una encina, en el campo, en verano, en Jerez, nunca podrá ser igualado por irte con tu portatil y tu pantallita.

Suerte en la Feria.

Rafael G. Organvídez dijo...

Aunque comprendo -y comparto- tu vértigo, Fernando, pienso que si nos ponemos en una perspectiva histórica podremos comparar nuestra visión con la que tal vez pudieron tener nuestros antepasados que vivieron cambios parecidos, por ejemplo, el que he comentado del paso de la tablilla al rollo, y de éste al papel. Donde hoy sólo vemos ventajas, quién sabe si otros no vieron sólo los incovenientes.
De sobra es sabido que en los primeros tiempos los manuscritos gozaban de mayor prestigio que los libros impresos, igual que en la antigüedad los rollos de papiro lo tenían sobre los libros de pergamino... Pretendo decir que es legítimo reclamar el encanto del libro de papel, pero su valor se transformará con el paso de los tiempos. Hablo de transformación, y no de desapareción. Quizá, por tanto, asistamos sobre todo a un cambio en el valor del libro impreso. Ya veremos cómo empieza o acaba esto.
Un saludo

Fernando dijo...

Hola, Rafael.

Insisto: yo, que soy muy antiguo para todo, veo muchas ventajas en internet, pero tambien algunos inconvenientes, que me hacen dudar de la muerte del libro de papel.

Sobre todo, la superficialidad: internet está muy bien para pillar un dato, una noticia, una opinión: los blogs son el mejor ejemplo de ello. Pero, claro, la información que te da un libro de papel, o la profundidad al tratar un tema, es difícil que la logre alguien, consultadon páginas de internet.

No sé, es una opinión algo antigua, quizá.

¿Fue bien la Feria?

Rafael G. Organvídez dijo...

La Feria no ha hecho más que empezar. Terminará el próximo día 24, dándole el testigo a la de Madrid. Ya habrá momento de hacer balance.
El libro de papel no morirá. De ello estoy seguro. Pero igual que no ha muerto el libro manuscrito. Lo que ocurrirá es que el libro de papel encontrará un nuevo espacio de divulgación más restringido y selecto (no hablo de elitismo, entiéndase bien). El cambio se producirá de forma gradual pero será imparable. ¿Que hay muchos interrogantes? Nadie lo niega. El camino se hace andando, y creo que estamos en los albores del cambio.
Un saludo

María dijo...

A mí no es que me asuste el tema,pero sí hay puntos que te hacen reflexionar. Me gusta acariciar las páginas de un libro, quedarme dormida con él. Tengo muchos libros dedicados, qué pasará ahora, dónde por ejemplo firmarán los autores en la feria del libro.
saludos

Rafael G. Organvídez dijo...

Por supuesto, María, a todos nos gusta acariciar un libro, tocarlo, mimarlo incluso. Esto no desaparecerá. Pero, ay, la firma ya es otra cosa. Nos quedaremos sin ella (igual podría lamentarse al comienzo de la edad moderna con el invento de la imprenta: empezó a desaparecer el libro manuscrito único). Pero sí, es una pena la pérdida de ese valor que es la firma.

Mery dijo...

Será un proceso lento, sin duda, pero cada vez se impondrá mas el formato digital.
Yo confío en que puedan coexistir ambos formatos en armonía largo tiempo, porque a mí lo que me gusta en un principio es oler esas hojas que voy a devorar con avidez.

Ya veremos.
Un abrazo y que disfrutes en la Feria del Libro.