Hace unos días, mientras hablaba con Juan Bonilla de unos libros editados por Zut, recordamos aquel suplemento cultural editado por el Diario de Jerez a finales de los ochenta y que él coordinaba con José Mateos. Citas, que así se llamaba, fue sin exagerar uno de los mejores suplementos culturales que se publicaban en prensa. En él escribían, además de los "locales" Francisco Bejarano y Benítez Reyes, los "vecinos" Aquilino Duque, Fernando Ortiz y Abelardo Linares. A éstos se sumaban otros como García Martín y Andrés Trapiello, de quien se dieron a conocer algunas páginas entonces inéditas del primero de sus diarios. Gracias a los poemas que se incluían en cada número se me dieron a conocer a poetas que empezaban como Vicente Gallego o Carlos Marzal, hoy ya voces consagradas. De Citas me gustaba el tono combativo y mordaz de sus críticas, y sobre todo la frescura que destilaba en su empeño por editar un suplemento de alcance nacional en una ciudad de provincia.
De esto hace ya veinte años. Yo, sin embargo, no era consciente el otro día con Bonilla de que hacía tanto. Recuerdo que entonces, allá por 1988, cuando escuchaba la música que la Velvet había compuesto en 1968, me parecía como de otro mundo lejanísimo, de otra época casi. Hoy estoy de Citas a la misma distancia... y es desconsolador.
"No hay nada como el tiempo para pasar", que decía Vinicius de Moraes
La gente del otro lado (post políticamente incorrecto sobre la muerte)
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Aquel tiempo de cuento en el que éramos niños, y el cielo era un lugar que
solamente llenaban los abuelos. "Mi abuelo está en el cielo", decíamos, y
parecí...
Hace 5 días
3 comentarios:
El tiempo es muy caprichoso, juega con nosotros a su antojo y nadie le canta las cuarenta. Bueno, se las cantamos, pero a él le resbala.
Así que es caprichoso...y chulo. Bonita mezcla para hacerlo tan seductor.
Bromas a parte, Citas debió ser una joya.
Un abrazo
La música de la Velvet seguirá sonando, cuando ya los ecos de esas páginas de Citas se hayan olvidado... Es lo que tiene la música.
Muy buena tu apreciación, Jesús. Siempre tendremos el toque luciferino de Lou Reed.
Mery: lo de cantar las cuarenta no irá con segundas, ¿verdad? Que uno ya se acerca a esa edad inexorablemente.
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