miércoles, 28 de enero de 2009

Las Iluminaciones de Sawa


Esta mañana cuando estaba en la librería ha llegado un sobre a mi nombre que contenía la última novedad de Nórdica Libros, las Iluminaciones en la sombra de Alejandro Sawa. El cuidado volumen está presentado por Trapiello y recupera el prólogo que Rubén Darío escribió en 1910 para la primera edición de Renacimiento. Como todo el mundo sabe, Valle-Inclán lo convirtió en el Max Estrella de sus Luces de bohemia. Esto unido a una vida llena de excesos en el París de finales del XIX y a una muerte digna de su propio destino (muere loco, enfermo y miserable) lo convierten en nuestro clásico bohemio por antonomasia.
Abriendo el libro al azar he leído una buenísima definición del spleen:
No he escrito ni una línea y son ya las doce de la mañana. Me aturde como un formidable redoble de tambores pensar la bárbara cantidad de tiempo que se gasta en no hacer nada. No hacer nada es una tarea llena de complicaciones. Hay libros y periódicos sobre la mesa; no leerlos. Hay conminaciones que hacer, cartas a que contestar; no abrirlas, no escribirlas, dejarlo para otro momento.
¡Labor odiosa de destrucción en que las generaciones y los mundos se agotan insensiblemente!
Como se ve, la vida ociosa es una lata.

lunes, 26 de enero de 2009

Los Lieder de Mahler


Hace pocos días nos ha llegado a la librería el quinto de los volúmenes que la editorial Hiperión ha dedicado hasta la fecha al mundo del lied. El primero apareció en 2003 y, bajo el título de El lied clásico, recogía una selección de textos que inspiraron las músicas de Haydn, Mozart y Beethoven. Los tres siguientes se centraron en el universo liederístico de Schubert. El que nos ocupa lleva por título Los Lieder de Gustav y Alma Mahler, y, como todos los anteriores, incluye los textos en alemán y español traducidos por el profesor de matemáticas jubilado Fernando Pérez Cárceles.
Poco a poco el aficionado español, tan ninguneado por la mayoría de los sellos discográficos, va contando con la posibilidad de entender totalmente estas joyas musicales. La edición es muy cómoda de leer. Cada texto viene precedido por una breve noticia que da cuenta de la fecha de composición, la tonalidad, el tiempo e, incluso, los ámbitos tonales en los que Mahler componía la música, además de unas suculentas notas aclaratorias sobre el lied en cuestión.
La traducción suena bien, a pesar de que uno no sabe alemán (¡qué más quisiera!). Ello me ha permitido escuchar con atención un puñado de lieder este fin de semana, atendiendo al texto en alemán después de haber leído su traducción. Créanme: merece la pena incluso con textos tan tristes como los que integran el ciclo Kindertotenlieder.

viernes, 16 de enero de 2009

El síndrome del escritor

(A mi amigo Andrés)

Una de las pocas certezas que tengo en mi profesión es el convencimiento de que la mayoría de los escritores -y también muchos editores- está aquejada de una discapacidad visual que le impide distinguir su último libro en las mesas de novedades de las librerías. Entre tanta cantidad de libros, sólo tienen ojos para sus directos competidores en la arena de papel.
El último caso que recuerdo ocurrió en diciembre con Andrés Pérez Domínguez, que me preguntaba extrañado dónde teníamos su última novela, El síndrome de Mowgli, pues no la veía a pesar de que la teníamos de frente en la zona central de la sala de venta.

domingo, 11 de enero de 2009

Robinson Crusoe

Hoy he empezado la lectura de Robinson Crusoe traducido por Cortázar. Entre las distintas lecturas que llevo me gusta intercalar algún clásico olvidado en la adolescencia. Como ocurre a menudo con estas obras, es tan conocida la historia que uno ya no se acuerda si la leyó (íntegra o resumida), la escuchó, la vio o un poco de cada cosa. Pero conviene volver a (re)leerla.
Coetzee, que le tributó un irónico homenaje en Foe, nos plantea un tema interesantísimo a la luz de la teoría antropológica de la poligénesis: ¿qué pasaría si la humanidad hubiera sido creada en dos tiempos distintos en el Nuevo y el Viejo Mundo? ¿Cómo afectaría esto a la causa principal del colonialismo: llevar la palabra de Dios a unos pueblos que quizá no necesitaban ser redimidos? Según el escritor sudafricano, Defoe complicó la cuestión al convertir a los amerindios en caníbales y, por tanto, en inaceptables para nuestra comunidad. En el fondo, Defoe está llevando el asunto por un derrotero muy peligroso que desemboca en la catalogación de razas superiores e inferiores, origen de abominables teorías racistas.
Veremos cómo vamos interpretando la novela.

miércoles, 7 de enero de 2009

Ateísmo

Después de conocer la campaña a favor del ateísmo puesta en los autobuses urbanos de Barcelona (Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta la vida) me he acordado de lo que hace unas semanas nos decía un cura en su homilía:

Dios ha muerto.
(Firmado: Fermín).
...
Fermín ha muerto.
(Firmado: Dios).