jueves, 26 de junio de 2008

Veinte años después

¿Y quién se pone a escribir con este calor africano que tenemos que soportar en Sevilla? Si sólo dan ganas de sumergirse en la piscina y tenderse después en el césped a leer, por ejemplo, la Lírica inglesa del siglo XIX de Ángel Rupérez.
La reeditó Homo Legens el año pasado, veinte años después de su aparición en 1987. La nómina de poetas seleccionados provoca vértigo: Blake, Wordsworth, Coleridge, Byron, Shelley, Clare, Keats, Browning, Tennyson, Brontë, Arnold, Rossetti, Morris, Swinburne, Hardy, Hopkins, Yeats, Symons, Johnson, Dowson.
Háganme caso: si son capaces de soportar tanta Belleza junta, no dejen de leerla.

miércoles, 18 de junio de 2008

Divagaciones

- Adagio del poeta: te leo si me lees.

- ¿Leo al poeta X porque es mi amigo, o llegó a serlo porque escribía muy bien?

- Dime con quién andas y te diré qué lees.

- ¿Qué libros hemos leído que no nos atrevemos a confesar por temor al qué dirán?

- ¿Cuántos libros hemos empezado y nunca acabado?

- ¿Cuántas lecturas interrumpidas han sido más fructíferas que libros acabados?

- ¿Qué habla mejor de mi gusto: lo que leo o lo que dejo de leer?

- Cuando abandono un libro, puedo creer dos cosas: o no estoy a la altura del autor, o él no lo está a la mía.

martes, 10 de junio de 2008

La dictadura de lo cursi

¡Qué vergüenza ajena sentí ayer cuando la ministra de Igualdad (sic) se dirigía a los miembros, miembras y membrillos de una comisión parlamentaria! El homicidio lingüístico de Bibiana Aído no es una anécdota ni un lapsus (esto no se lo cree nadie). Estos palabros son dichos a conciencia por multitud de cursis que, por desgracia, son legión. A mí se me atraganta la mayoría de las comunicaciones oficiales que recibo del colegio de mi hija mayor, de mi ayuntamiento o de cualquier otro organismo público. Leer un texto tropezando continuamente con barras para distinguir oes y aes es una condena que ni el propio Dante habría imaginado.