Me acaban de llegar noticias de que Espasa -que ya había publicado algunos títulos de Quignard (Las tablillas de boj de Apronenia Avitia, Terraza en Roma, Vida secreta y Villa Amalia)- va a editar Todas las mañanas del mundo.
En la entrevista que apareció en el último Babelia el autor da en la clave de la relación entre la música y la literatura: el puente que las une es la lectura:
"Cuando se lee, se escucha".
Por cierto, echo en mi zurrón la última recomendación de mi buen amigo Fran: Las sombras errantes, Elipsis, 2007.
Auferstehung
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El último movimiento de la segunda sinfonía de Mahler es para mí la obra
musical más extraordinaria creada a lo largo de la historia. La emoción que
tran...
Hace 1 semana
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