Decía Blas de Otero en su poética de En castellano:
Escribo
hablando.
Siempre he pensado que se trata de una de las afirmaciones más tramposas que he leído. No hay mayor artificio que la naturalidad. En este sentido, recuerdo que leí no sé dónde una declaración de Sánchez Ferlosio en la que recordaba que cuando estaba escribiendo El jarama grabó una serie de conversaciones de personas que estaban en el espacio real donde transcurría su novela con la intención de reproducir con veracidad unos diálogos reales. Pues bien, cuando se dispuso a transcribirlos se dio cuenta de que los comentarios de los interlocutores eran bastante ininteligibles, además de inverosímiles, así que tuvo que optar por inventar unos diálogos reales.
Que el arte tenga que inventar lo real tiene implicaciones de mucho calado. Pocos resultados son más retóricos que la naturalidad.
De la muerte (II): Pavese
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Ya lo dijo Leopardi: "Dos cosas bellas hay en el mundo: amor y muerte".
Pavese vislumbró el amor en Cervinia durante diez días que le supieron a
toda u...
Hace 6 horas
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